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Arte y Arquitectura en Azuaga hasta el siglo XVIII

Plaza de la Merced y convrnto de igual nombre

Plaza de la Mercede, Azuaga

 

Introducción

Ana Alejandre

Continuamos con la excelente obra “Azuaga y su arte “ de los ya mencionados autores AuroraRruíz. Mateos,Olga Pérez Monzón, Francisco Javier Pérez Carrasquco, Isabel M. Frontón Simón, Jesús Espino Nuño, Ana María Moreno Rebordinos y Rufino Ferreras Marcos , de su Primera Parte, titulada “Arte y Arquitectura en Azuaga hasta el siglo XVIII”,Capítulo I, titulado "Arquitectura y Urbanismo", se transcribe el Epígrafe I que lleva el título "Factores determinantes del crecimiento urbano de Azuaga", que, como es preceptivo, va en letra cursiva y entrrecomillado el texto reproducido de la citada obra.

Es conveniente dar la palabra, ahora, a los especialistas en el tema:

 

Arquitectura y Urbanismo

 

1. Factores determinantes del crecimiento urbano

1. Factores determinantes del crecimiento urbano de Azuaga.

"Las desoladas ruinas del castillo de Azuaga son el testigo arquitectónico que recuerda y marca el desarrollo del enclave rural en la Baja Edad Media. En manos de la Orden Militar de Santiago. sufrió diversas reformas a lo largo del tiempo. si bien, su primer acondicionamiento debió de ser paralelo a la construcción, junto a él. de la parroquia de Santa Olalla; proximidad que es el símbolo de la asociación del poder religioso y civil, bajo cuyo auspicio el tejido urbano se extenderá hacia la llanura occidental [Fig. 2]1.

Además del castillo y de la parroquia, otros puntos neurálgicos determinaron el entramado urbano del antiguo núcleo de población. Por un lado, los caminos que comunicaban la villa con los pueblos de su entorno y. por otro, el pequeño cauce conocido como “la Cagancha” y los pozo, fuentes y pilares. Comenzando por estos últimos los pozos fueron decisivos en el alineamiento de las calles más antiguas del lugar y en su posterior crecimiento, aún hoy puede apreciarse como las calles de Naranjos,.Olleros, Foseima y Albardilla confluyen en el Pozo Santo y las calle Techada, Nueva, Retamalejo y Larga se desarrollan radialmente en torno a la desaparecida Fuente Techada e igualmente cómo, cuando el caserío se extendió hacia la Cagancha. los senderos que conducían a la fuente de La Atenor determinaron el trazado de varias calles.


Segundo factor de enorme relevancia en la constitución del tejido de la villa es la localización de los edificios representativos, especialmente los religiosos y entre ellos la iglesia parroquial, auténtico nodulo referencial de la organización urbanística de la población, en torno a la cual se dispone una plaza (como era general durante el Medievo, de pequeñas dimensiones) que permite su contemplación, realza su fábrica y organiza el espacio circundante mediante la confluencia en ella de diversas calles. Es posible que la Plaza Vieja, citada constantemente en la documentación, fuese la generada en torno a Santa Olalla por ser ésta el centro espiritual y social de la comunidad, a la que era obligado acudir al menos una vez a la semana, en cumplimiento de los deberes cristianos.

La primitiva iglesia parroquial, hoy desaparecida, dejó de ejercer una infuencia decisiva en el ordenamiento urbano a finales del siglo XV, pues, ya en 1494c. el cura y^dos capellanes comunicaron a los visitadores santiaguistas que `’Luìs Puerto Carrero comendador de dAzuaga] tiene determinado mudar lla uycha yglesia a la villa e que tiene señalado lugar en que se haga2. De cualquier forma, la localización de la iglesia de Santa Olalla sigue la lógica del crecimiento urbano inicial de un asentimiento surgido en torno a una fortaleza, por situarse en la cercanía del recinto amurallado, quedando próximos los símbolos del poder civil y del religioso. A su vez, el deseo y la necesidad de trasladar la parroquia de la villa demuestra un hecho evidente: a partir de este pequeño núcleo original el vecindario había crecido desde la colina de la fortaleza al llano, en busca de una mayor comodidad orográfica, alejándose paulatinamente del castillo y de la primitiva iglesia mayor hasta quedar ambas edificaciones prácticamente aisladas en el extremo oriental de la villa: causa, en última instancia, de la pérdida del rango parroquial de Santa Olalla, y de su conversión en ermita, y de la necesidad de erigir una nueva iglesia. Nuestra Señora de la Consolación, en un lugar más cómodo y también más céntrico del tejido urbano.

En este proceso desempeña un papel decisivo el camino de Llerena, denominado Camino Real en la documentación, pues determina en gran medida el crecimiento del caserío hacia poniente, evitando así su disposición radial en torno a la fortaleza. Llerena era el punto de referencia obligado en la comarca, tanto por su posición geográfica. en el centro del territorio, como por la importancia histórica concedida por los maestres al erigirla en la base jurisdiccional de la zona; todas las poblaciones relevantes del Partido canalizan la relación de sus respectivos territorios hacia el centro, hacia Llerena4. En 1494 las calles paralelas de Mesones (principal arteria urbana) y Llana, proyectadas decididamente desde la colina hacia la llanura y condicionadas por el camino que conduce a Llerena, marcan ya el desarrollo lineal de Azuaga hacia el oeste, ocupando la ermita de San Sebastián, edificada en el último cuarto del siglo XV dentro de la villa, en el barrio que llaman del Cerro, el extremo occidental del casco urbano.

En el siglo XVI se paraliza momentáneamente la expansión lineal en torno al

Según petición elevada al real Consejo de Órdenes Militares, alegando el Ayuntamiento y Cabildo entre otras razones que una Villa tan honrrada y de tanta vecindad como esta no tiene convento alguno ni más de una parroquia donde se dice misa de cuya causa mucha gente pobre de esta Villa, por no tener mantos las mujeres ni vestido los hombres para ir a la Iglesia mayor de ella a oír misa se quedan sin ella…y hariendo en la dicha ermita de San Sebastián misa por ser en el Arrabal de la dicha Villa, con cualquier hábito lees decente asistir. el hecho indica cómo en torno al citado convento De la Merced existía ya en el crepúsculo del siglo XVI un importante núcleo de vecinos pero también como el edificio ocupaba en esas fechas la misma situación en los límites del casco urbano que 100 años antes, pese a que la población se había duplicado en menos de un siglo, pasando de 620 vecinos en 1494 a 1400 en 1574. En el lapso de tiempo comprendido entre estas dos fechas, el tejido urbano tiende a compactarse, edificándose en los solares vacíos, y el caserío crece hacia el norte y el sur en torno a los términos que conducen a los puntos de aprovisionamiento de agua.

Como es lógico esta tendencia prosigue durante la siguiente centuria cuando se en el eje privilegiado de desarrollo constituido en torno al camino de Llerena, se levanta un nuevo santuario que capitaliza la profunda devoción de los azuagüeños: la ermita de Santo Cristo del humilladero salvo.

Salvo las arterias varias principales (calle de mesones illana ambas paralelas y de trazado rectilíneo y las que conducen a los puntos de abastecimiento de agua), las calles de la rama primitiva son de proporciones reducidas y presentan la configuración irregular característica del Urbanismo medieval.

camino de Llerena y tienden a rellenarse los espacios vacíos del entramado urbano; prosigue, asimismo, el crecimiento hacia los lugares de abastecimiento de agua. A este respecto resulta ilustrativo que. en 1590, la antigua ermita de San Sebastián todavía no hubiera sido absorbida por el caserío; sigue estando en el arrabal. Por esos años se convierte en sede del nuevo monasterio de frayíes de Nuestra Señora de la Merqed,".

Para no hacer más extensivo este artículo, continuara el Epígrafe 2 de Capítulo I de Arquitectura y Urbanismo de la obra referenciada en la siguiente edición de julio/septiembrr de 2022.

 

Edición nº 58, enero/marzo de 2022